Estrategias de adaptación de las maleza
Estrategias de adaptación de las maleza
La evolución de la maleza se da como en todas las especies por la interacción de dos componentes: la variabilidad genética y la selección de los genotipos más aptos. La variabilidad le confiere a la maleza, además de gran rusticidad, una amplia base genética sobre la cual, no sólo la selección natural, sino también el hombre “selecciona” a aquellas plantas que no sufren daño con las medidas de control aplicadas. Esto ha originado el desarrollo de poblaciones de malezas que después de 10,000 años de coexistencia con los cultivos agrícolas comparten características comunes.
Este largo proceso de selección de “plantas buenas” y “malas” o maleza, ha ocasionado que, dadas sus características morfológicas, ecológicas o fisiológicas, algunas de estas últimas escapen al control del agricultor
las características que tendría son :
- Requerimientos de germinación satisfechos en muchos ambientes.
- Germinación discontinua (controlada internamente) y una gran longevidad de la semilla
- Rápido crecimiento desde la fase vegetativa hasta la floración.
- Producción continua de semilla en tanto que las condiciones de crecimiento lo
permitan. - Autocompatible, pero no completamente autógama o apomíctica.
- Cuando son de polinización cruzada, no requieren de polinizadores especializados o bien son anemófilas.
- Producción alta de semilla bajo condiciones ambientales favorables.
- Producción de semilla en un amplio rango de condiciones ambientales, tolerante y plástica
- Adaptaciones para la dispersión a distancias cortas y largas.
- Si es perenne, tiene una reproducción vegetativa vigorosa o regeneración a partir de fragmentos.
- Si es perenne, es frágil, por lo que no es fácilmente arrancada del suelo.
- Habilidad para competir interespecíficamente por medios especiales (crecimiento arrosetado, sofocante o presencia de aleloquímicos).
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